El miedo, cuando se trata de nuestra salud, es un miedo que nos come por dentro, que hace que nuestra cabeza no deje de mirar todo eso que es posible que ocurra para que justo a nosotros nos pase algo fatídico…y sobre todo: Es un miedo legítimo, y ahora que estamos como estamos, también es un miedo útil y necesario.
La verdad es que a mí me pasa, no tanto con el COVID-19 (que también), como con el cáncer. A veces sigo pensando en esa posible celulita que puede estar pululando por mi cuerpo, pero es un miedo con el que he aprendido a convivir. Lo importante es hacer todo lo que esté en nuestras manos para que eso no ocurra. Ahora toca quedarse en casa, ser responsable, cuidar la higiene, y hacer todo lo que se nos pide.
Una vez hecho esto, solo queda o bien aprender de ese miedo: Entendernos a nosotros mismos, normalizarlo y vivir con él, o dejarse llevar por él hasta convertirlo en angustia.
En cualquier caso, vamos a aprender mucho de esto, entre otras cosas porque la vida seguirá, porque llegará un día en que abriremos las puertas de nuestras casas, y hagamos lo que hagamos con ese miedo, saldremos de nuevo a la calle sabiendo algo más de nosotros mismos.
Y sea lo que sea, será una información muy valiosa para encarar el futuro.
¿Qué estas aprendiendo de ti en estos momentos?
Ana Cardona Patau 