Esa enfermera, o más bien, todas ellas.
¿Sabéis que en el 12 de octubre (hospital de Madrid) hay una enfermera para acariciar cuando te tienen que hacer una perrería, muy a su pesar?
No lo sabíais ¿verdad? ¿Y sabéis lo que eso supone para mí?
No te preocupes por mis luces, ya sé que no está ahí para acariciar, pero cuando no está ayudando al médico, ella me acaricia, me coge la mano y me habla de cosas que me gustan. Me agarra del mentón, me dice “Tú no mires, y háblame de tu hijo, o del curso que vas a hacer esta tarde”, o de lo que sea.
Cuando me suelta para ayudar al médico, me siento como perdida, pero sólo pasan dos segundos, y ya me vuelve a coger la mano y vuelvo en mí, (de los pensamientos horribles que puedo llegar a tener), a esta vida imperfecta, donde me vendría genial que me tocara la lotería, y alquilar una casita en las playas del Caribe, pero que eso es lo de menos, porque esta es la vida en la que me voy a curar.
Hoy mis agradecimientos les ha tocado a l@s enfermer@s, de una manera muy cortita, me gustaría ser más productiva, o comunicativa, entre otras cosas porque se lo merecen, lo sé, pero ahora sólo quiero tumbarme y descansar.
@volver__empezar
Hermoso homenaje!
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Gracias, amiga. Por cosas así, merece la pena nuestra profesión (aun cuando hoy me toque pasar la noche en la UCI!!
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Gracias a vosotras Licia!, y a ti en especialpor las horas de quimio compartidas
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